Declaración Fundacional
Barcelona 12 de febrero de 2002

Los Derechos Humanos son inherentes e indivisibles. Pero uno de ellos, el derecho a la vida es el derecho supremo porque condiciona el ejercicio de todos los demás. Por esta razón, el derecho a la alimentación es un derecho fundamental y todos tenemos que contribuir, en nuestro comportamiento diario, a hacer posible que nadie quede excluido de esta faceta esencial de la dignidad humana.

La historia gira alrededor, en buena medida, de este requerimiento básico. La obtención, producción y conservación de los alimentos han sido claves en el desarrollo de la humanidad. Se ha conseguido mucho pero queda mucho por hacer: en primer lugar, evitar la vergüenza colectiva que representan las miles de personas que mueren todavía de hambre cada día y, en el polo opuesto, restringir la auténtica epidemia de obesidad y patología nutritiva de los países más prósperos.

Es muy importante, asimismo, garantizar una dieta suficiente y de calidad para todos. La Fundación Triptólemos pretende facilitar una adecuada articulación de todo el sistema alimentario, que redunde en una mayor seguridad, disponibilidad y, lo que es realmente crucial, la confianza (siempre verificable) de los ciudadanos, desde los productos a los consumidores.


Federico Mayor Zaragoza
Presidente de Honor de la Fundación Triptolemos
Director General de UNESCO (1987-1999)

Fundación Triptolemos