Este informe, coordinado por Fundación Triptolemos y en el que han participado 23 expertos de entre sus universidades miembros, además de organizaciones de consumidores y el CSIC, analiza el comportamiento alimentario de los adolescentes y la influencia que ejercen en ellos las redes sociales. El estudio pone de manifiesto que en ciertas franjas de edad poco tiene que hacer la evidencia científica frente a los “influencers” y evidencia la importancia de la formación alimentario-nutricional a lo largo de la educación de los jóvenes como herramienta para reforzar la conciencia crítica ante mensajes confusos y a veces contradictorios sobre una dieta saludable.