El reto actual de la agricultura es asegurar la sostenibilidad, siendo conscientes, que en el próximo medio siglo tenemos que producir tanto como en los diez mil años precedentes debiendo preocuparnos, al mismo tiempo, de la mejora de la resiliencia de los cultivos, en un escenario incuestionable de cambio climático. La Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) nos insta a conseguir la Seguridad Alimentaria, entendida como la situación en la que todas las personas, en todo momento, tengan acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana.
En los últimos años hemos visto un aumento exponencial en el conocimiento de las bases moleculares de los caracteres genéticos que son importantes para la producción de alimentos. Algunas de estas tecnologías han sido desarrolladas en Europa, de ellas se benefician productores de otras regiones del mundo de donde se acaban importando para su consumo en nuestros países. Se ha conseguido aumentar el contenido de micronutrientes de los frutos, retrasar su maduración o incorporar resistencias a virus, hongos y bacterias. Así, empleando herramientas prestadas de los mecanismos de defensa bacterianos (CRISPR-Cas9 y derivados), se consigue actuar de forma controlada y puntual sobre las zonas del ADN que se desee, como podría ser el caso de la lucha contra el hongo TR4 en el banano. Cultivo que ocupa unos diez millones de hectáreas con una producción anual de cien millones de toneladas y que forma parte de la dieta básica de cuatrocientos millones de personas, se cultiva en todas las regiones tropicales y subtropicales constituyendo el cuarto cultivo alimentario por detrás tan sólo del arroz, el trigo y el maíz. No se ha encontrado ningún fungicida que permita un control químico del hongo que permanece en suelos infectados por periodos superiores a treinta años, por lo que urge la obtención de nuevas variedades resistentes.
Con este panorama a nivel mundial Fundación Triptolemos ha valorado necesario actualizar su informe de 2006. El documento, en el que han participado 8 autores, pretende sensibilizar a la sociedad y a los legisladores sobre la importancia que tiene la ciencia y la tecnología, con un enfoque de sistema alimentario global sostenible (disponibilidad, políticas, economía y cultura) para hacer frente a los retos alimentarios del siglo XXI.